El 30 de noviembre es el Día Internacional contra los trastornos de conducta alimentaria (TCA), y que mejor oportunidad, para introducir este tema en el blog que hablando de 5 señales de alarma en los TCA.
Si tienes poco tiempo para leer, te adelanto las 5 señales de alarma de TCA en esta infografía:


¿Qué pasó durante el confinamiento?
Desde que retomé la consulta, las personas a las que atiendo mencionan el confinamiento de dos meses como el causante (o más bien detonante) de su ganancia de peso y/o su mala relación con la comida y/o con el cuerpo:
Ansiedad por dulce/salado, aumento de pedir comida rápida a domicilio, atracones, vómitos, restricción de ciertos alimentos y obsesión con el cuerpo.
No poder salir de casa, sumado al miedo que pasamos con la pandemia, hubo un “bombardeo” en internet y en redes sociales con actividades relacionadas con mejorar el estilo de vida. Algo que a priori es bueno para la salud pública, pero fue abordado desde una perspectiva que clasificaba los alimentos en buenos y malos, desde la prohibición y restricción, con los posibles riesgos que esto supone.
Lo cierto es que la comida se convirtió en un “refugio” para no sentirnos mal y como vimos en las noticias, se aumentó el consumo de dulces, de bollería industrial, se agotaba la harinay la levadura para hacer postres caseros, y otros aumentaron el consumo de cerveza y alcohol.
Por otro lado, el otro “refugio” para no sentirnos mal fue el ejercicio físico. Nuestras agendas se llenaron de clases gratis de entrenamiento personal, baile, yoga y otras muchas. Todo esto está muy bien, a unos les dio por no moverse del sofá, y a otros a hacer más ejercicio físico que en su vida. Hubo un porcentaje de población que llevó esta practica de ejercicio físico al extremo y cuando terminó el confinamiento, siguió el aislamiento social y la práctica excesiva de deporte.


Comer saludable y hacer deporte son hábitos saludables, pero en esos momentos no estábamos bien emocionalmente y como siempre digo, la línea entre lo saludable y la obsesión es muy fácil sobrepasarla.
Precisamente por eso, es difícil desenmascarar un trastorno de la conducta alimentaria, porque bajo el paraguas de estar teniendo hábitos saludables, se puede esconder una cara B.
“El ejercicio físico es un hábito saludable para sentirnos bien, no un instrumento para conseguir un cuerpo perfecto”.
Carolina González, Conciencia Nutricional.
Otro “detonante” más habitual y tradicional de los TCA son las famosas “dietas” (aquí te doy 10 motivos para no hacer dieta). Se empieza inocentemente cierta restricción de alimentos para adelgazar (que se ve a ojos de todo el mundo como algo bueno), en una obsesión con la comida, contar kcal y pesar todo lo que se come.


¿A qué me refiero con que la comida y el deporte fueron nuestro “refugio”?
(Es una reflexión personal después de haber terminado el Máster de Crecimiento Personal y Liderazgo de Borja Vilaseca).
Quedarnos en casa despertó nuestros miedos más profundos y “demonios”. El confinamiento fue y sigue siendo la mayor crisis emocional que nuestra generación ha vivido y nuestra mente, por pura supervivencia, tiende a evitar el dolor y el sufrimiento.
En vez de vivir el confinamiento como una oportunidad de mirarnos hacia adentro y liberar/aceptar todo eso que nos hace “pupa”, hubo una tendencia generalizada a “escapar” comiendo más sano/poco saludable y haciendo ejercicio, y otras personas al contrario, se descuidaron más, comieron peor que nunca y no se levantaban del sofá.
Dos años más tarde, sigue acudiendo gente a consulta que identifica el origen de su ganancia de peso, de relación con la comida y de TCA en el confinamiento. Desde entonces, ha sido la etapa donde más he derivado a psicólogos y terapeutas emocionales.
Qué son los TCA
Ahora te pregunto, ¿qué sientes al leer todo esto? ¿cómo ha cambiado tu alimentación desde que empezó la pandemia? Nuestra relación con la comida es un síntoma de que debemos atender nuestras necesidades emocionales.
Antes de llegar a las 5 señales de alarma de los trastornos de conducta alimentaria, vamos a explicar qué son. Teóricamente, debemos remitirnos al Manual DSM de Trastornos Mentales, donde encontramos las más conocidas: anorexia nerviosa y bulimia nerviosa, que se definen a continuación:
Criterios de diagnóstico de anorexia nerviosa
- Restricción de la ingesta de energía respecto a sus requerimientos, lo que lleva a un peso corporal significativamente bajo para la edad, sexo, etapa de desarrollo y salud física del paciente.
- Miedo intenso a aumentar de peso o engordar, o comportamiento persistente que interfiere con el aumento de peso, a pesar de que el paciente tiene un peso significativamente bajo.
- Distorsión de la imagen corporal, o falta persistente de reconocimiento de la severidad del bajo peso corporal actual.
Subtipos
- Tipo restrictivo: La pérdida de peso se ha producido principalmente a través de dieta, ayuno, ejercicio excesivo o todos estos métodos.
- Tipo de atracones y purgas: durante los últimos 3 meses, el paciente tiene involucrados episodios recurrentes de atracones o conductas de purga (es decir, vómitos autoinducidos o el mal uso de laxantes, diuréticos o enemas).


Criterios de diagnóstico de bulimia nerviosa
A. Episodios recurrentes de atracones, caracterizados por ambos:
1. Comer, dentro de cualquier período de 2 horas, una cantidad de alimentos que es definitivamente mayor que la que comería la mayoría de las personas en un período de tiempo similar y en circunstancias similares.
2. Sensación de que uno no puede dejar de comer o controlar qué o cuánto está comiendo.
B. Comportamientos compensatorios inapropiados recurrentes para prevenir el aumento de peso, como el vómito autoinducido; uso indebido de laxantes, diuréticos u otros medicamentos; ayuno o ejercicio excesivo.
C. Los atracones y los comportamientos compensatorios inapropiados ocurren, en promedio, al menos una vez a la semana durante 3 meses.
D. Distorsión de la imagen corporal.
Vistos los criterios diagnósticos, ¿por qué decía antes teóricamente? Porque en la práctica, lo más frecuente es encontrar personas que tienen síntomas mezclados o que no cumplen todos los criterios, lo que implica una gravedad menor, pero eso no quiere decir que no necesiten tratamiento, ¿me habéis entendido?.
También tenemos otros trastornos menos conocidos, pero no menos importantes: trastorno por atracón, ortorexia, drunkorexia, diabulimia, etc.


Algunos datos sobre TCA
A escala mundial, el número de casos de TCA se ha duplicado en los últimos 18 años: La prevalencia se ha duplicado y ha pasado de 3,4% de la población a 7,8% entre 2000 y 2018 (Fuente: The American Journal of Clinical Nutrition de mayo de 2019).
- Son más frecuentes en mujeres (9 de cada 10 casos), siendo su prevalencia en España de 4,1 a 6,4 por ciento en mujeres entre 12 y 21 años, y de 0,3 por ciento para los hombres (Fuente: Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, SEMG).
- En España se estima que un 21% de las mujeres y un 15% de los varones universitarios está en riesgo de sufrir un TCA (Fuente: Instituto Centta). En un estudio realizado en niños y adolescentes obesos entre 9 y 16 años, el 6% fue diagnosticado de trastorno por atracón, y un 14% manifestaban formas subclínicas de dicho diagnóstico. (Fuente: Anales de Pediatría).
No estamos hablando de ninguna broma, ni son caprichos de jóvenes ni tonterías de la edad. Hablamos de problemas serios que llegan a ser incapacitantes en la vida diaria y ponen la vida de muchas personas en riesgo.


5 señales de alarma en los trastornos de conducta alimentaria
Después de un gran repaso, y mientras escribo me planteo escribir una segunda parte sobre los TCA, llega la hora de cómo identificar 5 señales de alarma en los trastornos de conducta alimentaria. Aquí las tienes:
- Te sientes mal después de comer algo que supuestamente no deberías y empiezas a pensar cómo compensarlo: saltándote la siguiente comida; hacer sesión doble de actividad física; utilizar laxantes; provocarte el vómito. Puedes llegar a hacerlo o no.
- Pasas una parte importante del día preocupad@ por las kcal que comes y las que has gastado: consultas varias veces al día aplicaciones y vídeos para controlar lo que comes y gastas.
- Reduces drásticamente tu consumo de aceite/azúcar y comienzas a evitar dulces y “escurrir” patatas fritas. En general todo lo que lleve un extra de grasa y/o azúcar.
- Quieres comer sólo las comidas que preparas tú, necesitas controlar qué ingredientes llevan los platos. No te fías de cómo cocinan en casa, bares o restaurantes.
- Estás mirándote continuamente al espejo comparando tu cuerpo con el de otras personas. Te sientes inferior porque no tener el “cuerpo perfecto”.
¿Te identificas con alguna de estas señales? ¿Conoces a alguien que le esté pasando?. Estas 5 señales de alarma en TCA están escritos para que sirvan de orientación y podamos prevenir que se convierta en algo más grave. Consulta siempre con personal especializado, si quieres más información, te recomiendo descargarte la guía para pacientes, familiares y profesionales de mis compañeros de la Unidad Multidisciplinar de la Conducta Alimentaria ELCA.
Aquí te dejo el enlace de los directos que organicé en Instagram con Elvira Puga, psicóloga de ELCA y con Paqui Delgado (@paky_delgado), que nos contó su experiencia después de haber superado un TCA:
¿Te ha ayudado el post a identificar un TCA?
Me encantará saberlo con tus mensajes, me gusta y comentarios aquí abajo y por redes sociales. Sígueme en Instagram: @carolina.conciencianutricional y Facebook: @carolinadoctoranutricion.
Si necesitas asesoramiento personalizado, ¡contacta conmigo para concertar tu sesión conmigo y comenzar tu cambio de hábitos cuanto antes!. Escríbeme a carolina@conciencianutricional.es.
Confío en que tu #conciencianutricional haya aumentado e identifiques mejor estas 5 señales de alarma de TCA .
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