¿Te suena la expresión “comer por los ojos”? Y alguna vez te has preguntado: ¿por qué sigo comiendo si estoy lleno? Veremos las respuestas en este post. Sí, existen 9 tipos de hambre. Descúbrelos conmigo.
El Hambre
Jan Chozen Bays, podemos decir que es la “mami” del Mindful Eating o Alimentación Consciente), y bajo su experiencia considera el hambre como algo complejo y diferencia entre 9 tipos de hambre.
Os confieso que fui la primera sorprendida en explorarlos y fue revelador para comprender muchas conductas alimentarias y cuando propongo en la consulta alguna práctica de alimentación consciente, así como mi taller “Saborea tu vida”, todo el mundo queda encantado con los resultados. Confío en que te ayude a ti también a dar un pasito más en mejorar tu relación con la comida.
Antes de continuar, ¡vamos a ver primero qué es el hambre! ¿Lo tienes claro? ¿Qué es para ti el hambre?
Cuando nos vamos a la Real Academia Española, el hambre tiene varias definiciones:
- Gana y necesidad de comer
- Escasez de alimentos básicos, que causa carestía y miseria
- Apetito o deseo ardiente de algo
Para aprender a diferenciarlas bien, vamos a traducir y ampliar un poco:
Hambre fisiológica
También denominada “hambre física”. Es la sensación de vacío en el estómago, que aumenta con retortijones, incluso dolor. Si no comemos durante mucho tiempo, disminuye el azúcar en sangre y te mareas. Correspondería a esa “gana y necesidad de comer”.


Está vinculada a nuestra supervivencia, el cuerpo manda señales para comunicarte que el organismo necesita energía y nutrientes. Cuando estamos en el vientre materno, la sensación de hambre no existe aún porque obtenemos los nutrientes del cordón umbilical. En el momento que el bebé nace, empieza a experimentar por primera vez la sensación de hambre y por este motivo llora y busca el pecho de su madre. Sorprendente, ¿verdad?.
Hambre psicológica
También llamada hambre emocional. Corresponde con la RAE a “apetito o deseo ardiente de algo”. Es esa ansia de comer repentinamente ciertos alimentos (no te vale cualquiera), en el que influyen factores como tus emociones, el estrés, la ansiedad y tu estado de ánimo.


Puede aparecer sensación de culpa/vergüenza o insatisfacción después de haber comido. Ejemplo: “Carolina por las tardes no se que me pasa que voy a la despensa y me como media tableta de chocolate”.
Dediqué un post a profundizar más en cómo diferenciar “hambre real y hambre emocional”.
¿Cómo sabes que tienes hambre?: 9 tipos de hambre
Cuando hago esta pregunta, no es tan fácil de responder… Las respuestas son variadas: “porque llega la hora”, “porque me apetece”, “pues no lo se la verdad”. A casi nadie se le ocurre decir: “siento que me ruge el estómago”.
Llevamos un día a día tan frenético y estresado, que estamos bastante desconectados de nuestras sensaciones de hambre y saciedad, ¡no sabemos reconocerlas!.
Entonces, ¿qué nos impulsa a comer? Según Jan Chozen Bays y su programa Mindful Eating Conscious Living, son 9 tipos de hambre: visual, olfato, oído, boca, estómago, tacto, celular, mental y corazón.
Descúbrelas conmigo.
1. HAMBRE VISUAL
Será el que más te suene, el conocido “comer por los ojos”.
¿Cúal de estas dos ensaladas te apetece más? El aspecto visual de los platos nuestra comida (fíjate que en IG la “imagen” es la estrella), juega un papel importantísimo, nuestra vista nos “convence” y solemos echarnos más cantidad de la que podemos comer después aunque estamos llenos…




La industria alimentaria y los publicistas lo saben, ¿qué diferencias hay entre la hamburguesa de la TV y la que te entregan mojada y sucia en los establecimientos de comida rápida? Un abismo, ¿verdad? Juegan con nuestra “hambre visual” y consiguen que vayamos a su establecimiento.
2. HAMBRE DE OLFATO
Mira la foto, ¿a qué te ha venido el aroma de chocolate con churros que tomabas los sábados por la tarde? Seguro que has escuchado alguna vez decir: “huele que alimenta”.


El olor es un reclamo para muchos alimentos: las palomitas en el cine, las garrapiñadas de la feria, el aroma a pan de una panadería. En muchas ocasiones, accedemos a comerlas sin tener sensación de hambre física.
3. HAMBRE DE OÍDO
Te pregunto, ¿qué alimentos te vienen a la cabeza que crujen? Aquí te pongo un ejemplo:
Seguramente te vienen ideas parecidas al anuncio que acabas de ver: patatas fritas y chocolate, que son las que más se anuncian en la TV, pero también tenemos alimentos saludables que crujen: zanahoria, manzana, pepino. Lee aquí y mira por qué nos gusta tanto lo crujiente y nos hace comer más.
4. HAMBRE DE BOCA
“Se me hace la boca agua” ¿Lo has dicho alguna vez? ¡Fíjate cómo sólo imaginar el sabor y textura de un alimento hace que empecemos a salivar! Ese es el hambre de boca asociado a: “comer es un placer”.
Es educable, ¿qué quiere decir? Que el tipo de alimentos que consumamos hace que nuestro paladar cambie. Por ejemplo, si habitualmente tomas el café con dos cucharas de azúcar y pasas de golpe a tomar café solo, no te gustará, pero si vas bajando la cantidad de azúcar progresivamente, el cambio no es tan grande y se tolera mucho mejor.
El exceso de azúcar, sal y los aditivos, especialmente los potenciadores del sabor están modificando nuestro paladar y hacen que no podemos disfrutar al 100% el sabor de los alimentos “originales”.
5. HAMBRE DE TACTO
¿Por qué comemos algunos alimentos, como la pizza, con las manos?


Resulta agradable comerla así porque notas su textura, si está caliente, incluso te gusta mancharte de grasa. Y otras veces, como con la fruta, da pereza pelarla o mancharse (a mí al contrario, me encanta pelar un mango y ponerme pringada jajaj), o la carne y el pescado crudo da asco…
¿Cómo influye el tacto en tu sensación de hambre?
6. HAMBRE DE ESTÓMAGO
¿Cómo está tu estómago cuando dices que tienes hambre? ¿Qué notas en el cuerpo?


El hambre de estómago te manda señales y hace rugir tus tripas para que comas cuando han pasado muchas horas desde la última comida.
7. HAMBRE CELULAR
Nuestro cuerpo está formado por pequeños millones de células que necesitan energía y nutrientes para funcionar. Está muy asociada al hambre de estómago, que nos avisa de cuando las células necesitan alimento. ¿Qué nutrirá mejor a nuestras células, un donut o un yogur con dátiles y nueces?


8. HAMBRE MENTAL
El hambre mental está relacionada con todos los pensamientos y normas que tenemos integrados sobre la comida (muchos de ellos mitos): tengo que comer 5 veces al día, el aguacate engorda, no puedo comer hidratos por la noche, no deberías comerte esto pero, y un largo etc.
Normalmente muy asociada a las ideas y normas de las “dietas estrictas” que tan poco me gustan.
9. HAMBRE DE CORAZÓN
Hambre de corazón o hambre emocional. Relacionada con: tristeza, alegría, amor, celebración, estrés, aburrimiento, ansiedad, etc. Como ves, no tiene por qué ser siempre negativa.
Comemos porque nos hace sentir mejor en algunas ocasiones, aunque en otras sólo “creemos” que nos hace sentir mejor.
Y…¡fin! Ya hemos descubierto todos los tipos de hambre que nos conducen a comer, ¿sorprendid@?
Seguro que tus sentidos se han estimulado y se ha despertado algún tipo de hambre. Después de toda esta teoría, ¡pasa a la práctica! En este vídeo puedes diferenciar los 9 tipos de hambre mientras comes un trocito de chocolate.
¿Con cuál de los 9 tipos hambre te has sentido más identificad@? ¿Tienes alguna duda? ¡¡¡Pregúntame!!!.
Me encantará saberlo con tus mensajes, me gusta y comentarios aquí abajo y por redes sociales. ¡Hágamos entre todos este período más agradable!
Si necesitas asesoramiento personalizado, estaré a tu disposición a mi vuelta, ¡consúltame cualquier duda sin compromiso!.
Confío en que tu #conciencianutricional haya aumentado y el conocer los diferentes tipos de hambre durante este «encierro en casa» contra el coronavirus, te ayude a tomar conciencia antes de empezar a comer.
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